Recuperan tres prácticas agrícolas en zona afectada por la sequía

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Un proyecto impulsado por la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, en inglés), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) en municipios de El Progreso, intenta rescatar y modernizar un modelo agrario exitoso en los años ochenta.

En la época de mayor auge del Programa de Extensión Rural, a cargo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), los Centros de Aprendizaje para el Desarrollo Rural (Cader) resultaron una metodología agrícola que, en buena medida, contribuyó a mejorar la situación financiera de las familias del campo al permitir un mayor rendimiento y diversidad en los cultivos.

Tres prácticas agrícolas resumen el concepto del Cader: la construcción de un túnel o invernadero, el aprovechamiento de agua de lluvia y los sistemas de minirriego. Con esta infraestructura básica, en terrenos áridos es posible cosechar en el mismo lugar, diversidad de hortalizas, legumbres, frutas y hierbas. Así funcionaron hasta que el programa desapareció del MAGA en la década de los noventa.

La metodología del Cader fue implementada y mejorada en el proyecto Yo me adapto, financiado por la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero de USAID, ya que intenta, no solo mejorar la calidad y rentabilidad de las cosechas sino proporcionar capacitación teórica a los agricultores sobre temas que incluyen, el tratamiento de plagas y el uso de semillas mejoradas, entre otros.

Caterina Valero, directora del Programas para América Latina y el Caribe de PADF, explicó que en una finca demostrativa de una hectárea de extensión, localizada en Sanarate, El Progreso, se impartirá capacitación a 1,500 agricultores sobre cómo utilizar los megatúneles para diversificar las cosechas, captar agua de lluvia, construir sistemas de riego eficientes y conocer las distintas semillas mejoradas y fortificadas de maíz y frijol.

CULTIVOS

Hoy, en el área se observa un terreno desértico y solo el invernadero, pero, según Rolando Cifuentes, jefe del Centro de Estudios Agrícolas y Alimentarios de la UVG, en los meses siguientes el panorama será otro. “Vamos a cultivar maíz y frijol con semilla mejorada con alto contenido en proteína (maíz), zinc y hierro (frijol). En el megatúnel, tomate y chile pimiento y otras variedades, brocolí o acelga”, indicó.

Un tinaco, con capacidad para diez metros cúbicos de agua, fue instalado en la parte alta del terreno y en este se espera recolectar agua de lluvia para regar los cultivos, añadió Cifuentes.

“Se trata de combinar la teoría y la práctica y que la finca demostrativa se convierta en un centro de aprendizaje. Que lo que aquí se aprenda luego se pueda replicar”, señaló Valero.

El proyecto Yo me Adapto busca además recuperar 40 Cader que quedaron abandonados y apoyar a otros 20, que como el de El Amatillo, que todavía funcionan en Sanarate y Sansare.

En El Amatillo, hay un invernadero y las 25 familias a cargo de los cultivos decidieron sembrar esta temporada remolacha, brocolí, rábanos, cilantro, hierbas como la zarzamora o quilete, sandía y acelga. Posteriormente se distribuirán la cosecha.

Publicado por www.elperiodico.com.gt el 6 de Mayo 2016 por Claudia Méndez Villaseñor
http://elperiodico.com.gt/2016/05/06/pais/recuperan-tres-practicas-agricolas-en-zona-afectada-por-la-sequia/

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