En febrero de 2012, cuando el gobierno de Otto Pérez Molina inauguró el Pacto Hambre Cero para reducir la desnutrición crónica, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, figuraba entre los ocho municipios con mayor daño nutricional y era prioritario su rescate. Hoy, en vez de mostrar mejoría, ocupa el último lugar en todo el país, debido a que 78 de cada 100 niños en edades de entre 7 y 10 años sufren retardo en estatura y peso, lo cual afecta su capacidad de aprendizaje y sus posibilidades de desarrollo.
Los datos son del Cuarto Censo Nacional de Talla en Escolares de Educación Primaria del Sector Público, levantado en julio del presente año y cuyos resultados serán dados a conocer oficialmente hoy por la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), el Ministerio de Educación (Mineduc) y el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La trágica historia nutricional de esta comunidad es solo un reflejo de lo que ocurre en el país, ya que el promedio nacional de desnutrición crónica es de 37.6% entre los 385,370 niños censados, muy por arriba del 2.5% que es lo esperado en una “población normal”, según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los principales hallazgos en prevalencia de desnutrición crónica o retardo de la talla por edad, figura que un 62.4% de los niños de la muestra fue clasificado como normal en su relación de talla para la edad, un 28.2% con retardo moderado y un 9.4% con retardo severo.
En relación con el área de residencia, destaca que en áreas urbanas y rurales las prevalencias reportadas son de 20.9% y de 41.7%, respectivamente. Asimismo, según el idioma materno, un 26.4% de los niños y niñas que hablan español como idioma materno sufren desnutrición crónica, mientras quienes no lo hablan son un 51%.
German González, titular de la Sesán, resalta que desde el último censo, el de 2008 (45.6%), la desnutrición crónica se ha reducido en 8 puntos porcentuales y asegura que también ha bajado en el grupo de niños de 0 a 5 años. Sin embargo, acepta que hace falta mucho por hacer, e instó al nuevo gobierno a que siga implementando la Ventana de los Mil Días.
Diversas entidades de fiscalización ciudadana han señalado que debido a la corrupción durante el gobierno de Pérez Molina fracasaron los programas sociales, como el Pacto Hambre Cero. Al respecto, Luis Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), indicó que independientemente de los resultados de la Sesán, el problema continúa, por lo cual el presidente electo Jimmy Morales debe ponerle atención, porque el futuro de la niñez está en riesgo.
Los niños más vulnerables
En los Cuchumatanes
San Mateo Ixtatán, el municipio con el índice de mayor desnutrición crónica infantil del país, pertenece al departamento de Huehuetenango. Tiene una extensión de alrededor de 560 kilómetros cuadrados y una población de 39,735 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (2013). Lo integran un pueblo, 49 aldeas, 19 caseríos, 13 cantones y dos parajes. El idioma predominante es el Chuj.
Promesas incumplidas
En San Juan Atitán
El jueves 16 de febrero de 2012, la entonces pareja presidencial Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, dio el banderazo de salida al Pacto Hambre Cero en San Juan Atitán, Huehuetenango, donde anunciaron que en su gobierno se reduciría en un 10% la desnutrición crónica, que en ese entonces afectaba a 49% de la población.
Se escogió esa comunidad porque tenía el índice más alto de desnutrición infantil, de 94.1% .
Junto a ese municipio, Pérez Molina también mencionó, como prioritarios, San Mateo Ixtatán, San Miguel Acatán, San Rafael La Independencia, Concepción Tutuapa y Comitancillo, por ser poblaciones con “el más alto índice mundial de desnutrición crónica” en el territiorio nacional.
Estas seis localidades figuran entre los 10 municipios con mayor incidencia de daños nutricionales en niños con edades entre 7 y 10 años en el censo nacional efecutado este año por la Sesán.
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385 mil 370 niños de primer grado en escuelas públicas fueron censados
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37 por ciento de los niños del país entre edades de 7 a 10 años sufren desnutrición crónica
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