Elecciones 2015

Para quienes hacemos análisis de la realidad nacional no es extraño lo que está sucediendo. El sistema de partidos políticos llegó a su crisis porque desnaturalizó sus objetivos al convertirse en un trampolín para capturar las instituciones públicas y hacer negocios a través de los financiamientos de las campañas electorales y la compra de casillas para alcaldes y diputados.

El requerimiento social y popular demanda urgentemente una depuración política y las reformas al Estado, en particular al sistema electoral y de partidos políticos.

En la crisis actual, sin embargo, todas las voces coinciden en que cualquier acción de ordenamiento se haga con respeto al estado de Derecho y al debido proceso, manteniendo la fecha de las elecciones del 6 de septiembre y teniendo como referente principal la libre autodeterminación del pueblo. Nuestras debilidades no se resolverán en lo inmediato, sino dentro de un proceso donde son imperativos la voluntad política a favor de los cambios y el requisito de un amplio consenso.

El próximo gobierno está obligado a iniciar un diálogo con las fuerzas sociales y políticas, legítimas y representativas, tomando en cuenta que los partidos políticos no son la solución sino que son parte del problema. Su falta de credibilidad, representatividad y legitimidad los ha transformado en simples vehículos electorales sin intermediación social.

La crisis expone el evento electoral a grandes presiones, una de ellas la tendencia a suspender las elecciones del 6 de septiembre. Es prudente descartar esta posibilidad y exhortar a que los comicios se realicen con la mayor normalidad posible. El escenario es complejo. Las baterías deberían enfocarse en establecer un cronograma para buscar soluciones e implementarlas en el mediano plazo.

Del evento propiamente dicho son tres opciones las que definirán sus fuerzas. Tres de las cuatro encuestas ubican a Manuel Baldizón en un rango de intención de voto entre el 30% y el 33%, pero en el sondeo de Cid-Gallup el candidato de Libertad Democrática Renovada (Líder) presenta una intención de voto superior al 46%. En la encuesta de julio tenía un 44.1% frente a un 19.8% de Jimmy Morales y un 17.3 % de Sandra Torres. En agosto los porcentajes eran: Manuel Baldizón 47%, Sandra Torres 14% y Jimmy Morales 13%.

Recordemos que para un triunfo en primera vuelta un candidato debe obtener el 50% más uno de los votos válidos emitidos.

En la encuesta de Cid-Gallup se puede destacar la pelea por el segundo lugar entre Sandra Torres y Jimmy Morales, aunque es muy importante considerar que el voto de Morales es predominante solo en áreas urbanas, no así en el área rural. En cambio la señora Torres posee mayor fuerza en el interior del país. En el imaginario político es previsible, entonces, que en una segunda vuelta los grandes contendientes sean Baldizón y Torres. Es en estos proyectos donde la ciudadanía centrará su mayor esfuerzo por satisfacer sus demandas. En caso de que el próximo gobierno falle, tendrá de inmediato la ingobernabilidad.

Publicado el 31 de agosto de 2015 en www.s21.com.gt por Byron Barrera Ortiz
http://www.s21.com.gt/mirada-buho/2015/08/31/elecciones-2015

No Responses

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.