No les toca

Según la página del TSE, el partido Líder ha sido multado con más de Q250 mil por diferentes violaciones a la ley electoral; específicamente por realizar campaña anticipada. No digamos los costos de la destrucción al patrimonio natural y la contaminación visual por el maquiavélico objetivo de posicionar su “marca” a cualquier costa. Esto es un cuarto de millón de quetzales solo en multas por violar la ley.

En un país donde uno de cada dos niños están desnutridos y donde las personas mueren de hambre, es un insulto que una organización política que pretende llegar al poder gaste, solo en multas, semejante cantidad.

Un cuarto de millón de quetzales alcanzaría para alimentar a 77 familias por un mes. Un cuarto de millón de quetzales alcanzaría para más de 125 mil desayunos y más de un millón de galletas nutritivas. El costo de oportunidad de violar la ley pareciera no importarle, no solo al partido Líder, sino a otros partidos que también han sido multados. Dejemos lo monetario… ¿Dónde queda la ética, la moral, la honorabilidad y el respeto a la ley?

Los ciudadanos vemos cómo se aferran los gobernantes al poder. Aunque el pueblo esté exigiendo a gritos la renuncia del presidente, este sigue resistiéndose.

Hoy vemos lo costoso que es arrepentirse de haber votado por alguien que ofrece lo que la gente quiere escuchar. Ayer fue “mano dura”, antier fue “la inteligencia” y hoy es que “le toca” porque “le toca”.

Si alguien estando en campaña usa vehículos sin placas de circulación, viola las leyes, contamina al país, hace oídos sordos a las amonestaciones de las autoridades y está dispuesto a usar mercenarios para defenderse, ¿cómo será si llega a gobernar?

¿Es ese el perfil de quien queremos que represente a la Nación? ¿Son esas las cualidades que deseamos en quien tomará las decisiones de dirigir el futuro del país?

Así las cosas, que no le diga nadie que esto es una cosa de ricos versus pobres, o de que el candidato que viola las leyes “representa al pueblo”. Lo que pasa es que para el candidato que ha acumulado fortunas millonarias en un país donde los chapines se mueren de hambre “el fin justifica los medios”.

Al final del día en una democracia, todos tenemos el derecho de elegir y ser electos. Pero también tenemos la responsabilidad de conocer, de evaluar y de rechazar a quienes han evidenciado irrespeto a la legalidad en el país.

El poder no es para los arrogantes, violadores de la ley e incitadores a la violencia y la división. El poder se gana con respeto, no con manchar de un color cualquier cosa que la ambición ve a su paso.

El dinero de las campañas debe ser fiscalizado por la ciudadanía. Los guatemaltecos conscientes vamos a seguir diciendo una y otra vez que a los políticos corruptos e irrespetuosos de la Ley ¡no les toca!