Las mochilas de Machón

En permanente e intensa campaña de autopromoción, el jefe del Ejecutivo, en lugar de dedicar su tiempo al análisis de la situación fiscal del país y de las acciones que permitan romper con la estruendosa caída de la matrícula escolar, decidió participar en el acto de entrega de algunas mochilas a niños de establecimientos públicos, ansioso por aparecer en fotografías periodísticas que, si mucho, pronto servirán para envolver aguacates y hacerlos madurar.

Por cierto, los aguacates, dice, son los que le han permitido acumular una fortuna muy superior a la que de Alfonso Portillo aún tiene bajo custodia el MP en Suiza (más o menos 25 millones de quetzales) y como el cultivo del aguacate exige poco tiempo de parte del militar agricultor, aprovecha para fotografiarse junto a niños que, sin entender muy bien, debieron gritar que sí estaban felices, tal vez porque el militar no les obligó a levantar el puño agresivamente, como sí lo hace su hijo, también militar, con los niños de Mixco.

Algunos medios de comunicación alzaron la voz porque el negocio de las mochilas, como todos los del actual Gobierno, se declaró de excepción con la emisión del acuerdo Gubernativo 16-2015 (12/01), permitiendo la compra de 2 millones 150 mil mochilas escolares a un estimado de Q34.88 la unidad, para un total de 75 millones de quetzales. El Acuerdo justifica la compra afirmando que “Es obligación del Estado (…) dotar a los estudiantes de los útiles (…) al inicio del ciclo escolar”. Sin embargo, como parte de las cuestiones extrañas de este estilo militar de gobernar, el ciclo comenzaba el 15 de enero, y el acuerdo se emitió el 12 de este mes. ¿Cómo cubrir en tres días la emergencia?

Es evidente que, o hay una total y absoluta improvisación en el Mineduc, cosa que dudamos, o las mochilas servirán para otros fines. Porque el ministerio, y la Dirección de educación física (Digef), que deberá pagarlas, tuvieron un año entero para cumplir con todos los requisitos que la Ley de contrataciones establece, de manera que, como supuestamente el presidente y su cogobernanta prometieron a la dirigencia sindical en sus oficinas, esos útiles en sus mochilas estarían entregándose a los niños en los primeros días de enero, y no en marzo, como ahora estima Martín Machón, el dueño de la chequera para compras extemporáneas en el Mineduc.

Dejemos, pues, de lado, el pintoresco –por no decir bochornoso– detalle, de que ahora en adelante el color naranja es un color primario, confusión que posiblemente se produjo por ser el que identifica a la franquicia electoral del actual gobernante y es necesario, tal vez, que más interesados en financiarla aparezcan, de manera que la pareja presidencial pueda ver los tonos verdes, del brócoli y el aguacate, en variaciones anaranjadas.

El asunto de la compra de las mochilas causa extrañeza, porque además de tardía, según se deduce del acuerdo gubernativo, todos los útiles escolares que se entregarían con ella ya están listos, pues la compra excepcional es solo de mochilas. ¿Se les chispoteó por acaso la mochila cuando se compraron lápices, cuadernos y marcadores, o no estaba previsto entregarlos en mochilas? ¿Con cuántas mochilas azules con zipper naranja contaba la Digef a principio de año? Pues parece insólito que solo tuvieran las seis de la fotografía, o que fueran las “muestras gratis” de los futuros proveedores.

Y de ahí podemos comenzar a hilar mucho más fino, pues si se tiene para las mochilas, ¿por qué no hay dinero para comida en los hospitales de la capital? Porque no es posible pensar que luego de aprobada la compra tengamos a los “mochileros” desfilando por la avenida La Reforma exigiendo que les paguen.

En el Acuerdo Gubernativo 16-2015 no se hace ninguna salvedad respecto a las dificultades financieras del Estado, por lo que es de suponer que los recursos existen y están a entera y absoluta disponibilidad de la Digef, la cual por arbitrariedad de los constitucionalistas de 1985, tiene una proporción de fondos constitucionalmente establecida (Artículo 91), lo que no sucede ni para educación estética ni mucho menos para la educación bilingüe.

Si, como reza dice el dicho, “Se han visto muertos acarrear basura”, no será extraño ver, en junio o julio, a candidatos a alcaldes del partido oficial repartir mochilas escolares en sus mítines.

 

Publicado el 28 de enero de 2015 en www.s21.com.gt
http://www.s21.com.gt/pupitre-roto/2015/01/28/mochilas-machon

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