Impuestos causan división

“Carga cae en clases medias”

La politóloga Carmen Ortiz analiza que el enfrentamiento entre el Gobierno y el sector privado resulta lógico casi al final del período presidencial, pero   al principio, con la reforma tributaria aprobada, se le dio un “dulce” al empresariado.

¿Cómo ve que se esté dando ahora un enfrentamiento entre el sector privado y el presidente?

El presidente, en algunas comunicaciones, ha dicho que es el primer gobierno que logró hacer una reforma tributaria, y más allá de eso  hay que ver que esa reforma fue tan pésimamente diseñada que tuvo las consecuencias de crisis financiera, ahorita, a fin de año.

En un principio hubo cierta armonía con el sector empresarial porque esa reforma tributaria pasó porque quien salió beneficiado en su momento fue el sector empresarial, y las cargas recayeron especialmente sobre las clases medias, que se han estado empobreciendo y perdiendo capacidad adquisitiva, y eso el Gobierno no lo ha dicho.

Ya al finalizar el año, el presidente ya anticipa que su partido no ganará en  la próxima elección y, por lo tanto, está en una actitud de “ya me puedo dar “el lujo de pelearme con el sector empresarial porque al fin y al cabo ya voy para afuera”.

¿Quién tiene la razón?

El tema de los impuestos es sumamente necesario  y que quienes han tenido privilegios durante años efectivamente paguen más. Lo que pasa es que a los empresarios, por un lado, les dan un dulce al principio de este gobierno  y a la salida les dan el membrillo.

 El país necesita una reforma tributaria verdaderamente profunda, y cualquier gobierno que intente enfrentar esa situación se sabe que tendrá confrontación con un sector empresarial que nunca ha estado de acuerdo con pagar más impuestos, que no tiene cultura tributaria y que ha vivido a expensas del Estado, que ha resultado ser un buen socio durante muchos años.

¿Qué lectura se le da a esto cuando falta  poco para la campaña?

Ahorita el Gobierno ya logró lo que le interesaba: tener recursos suficientes para la campaña. Saben que van para fuera y estar de buenas con el sector empresarial no les preocupa mucho.

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“Con diálogo se soluciona”

Dorval Carías, ministro de Finanzas, salió en defensa  del Presupuesto y aseguró que el sector privado está en su derecho de expresar las críticas que quiera.

Reconoció que es un momento difícil y que están en la disposición de hacer  aclaraciones.

¿Qué postura mantiene ante las críticas del sector privado?

El Presupuesto está financiado por  préstamos y  bonos, fuentes que  son insuficientes, por la recaudación normal, para financiar un mínimo de gastos que fuera viable para el 2015.

De esa cuenta  se toma la decisión de incorporar medidas tributarias adicionales, que son las reformas al impuesto del cemento y regalías a la minería, así como  la creación del impuesto a la telefonía.

El sector privado está en su derecho de considerar inadecuado el Presupuesto. Sin embargo, nosotros consideramos que cuenta con fuentes de financiamiento ciertas y controles para una ejecución correcta.

Los empresarios dicen que es un presupuesto que se presta a la corrupción.

No es así, y es la opinión de ellos. No coincidimos en ese sentido. El plan de gasto cuenta con las normas presupuestarias que  han estado vigentes en años anteriores.

El Certificado de Disponibilidad Presupuestaria,  que es el que se utiliza para evitar la creación de deuda flotante, continúa en  vigencia.

Además, hay otros controles sobre los fideicomisos, y este año el Congreso puso un severo candado a la ejecución de los ministerios de Agricultura y de Desarrollo Social, que indica que no se puede aumentar ni disminuir lo asignado.

 ¿Es una coyuntura crítica?

 Con el diálogo todo se puede solucionar. Tenemos nuestros argumentos y ellos los suyos. Esto no debe ir más allá, y que por la vía de reuniones  pudiéramos llegar a posiciones para estar satisfechos.

¿Cómo se preparan ante las impugnaciones?

Tenemos los argumentos respecto de lo que ellos propongan.

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“Hay especie de orgullo dolido”

El ex ministro de Finanzas Juan Alberto Fuentes Knight cuestionó la transparencia en el presupuesto del 2015 más que la aprobación de impuestos, pero indicó que el sector privado tiene un “orgullo dolido” al ver el efecto que tendrán los tributos para los empresarios.

¿Qué opina del enfrentamiento entre el Ejecutivo y el sector privado por nuevos impuestos en el presupuesto?

Aquí hay dos temas importantes con el presupuesto: uno es que abre espacios para la corrupción, no hay que dejar que esto sea desplazado por el tema de los impuestos.

Desde mi perspectiva el asunto de los impuestos en este caso es menos importante que el de la corrupción, que se abre como resultado de los cambios que ha habido.

Segundo, creo que esto pone de manifiesto un debilitamiento del sector privado. Lo más importante aquí no es económico, sino político, y hay una especie de orgullo dolido por parte del sector privado que es más importante que el efecto económico que realmente tiene para ellos como sector en su conjunto.

Este enfrentamiento se ha dado en todos los gobiernos, pero, ¿quién tiene la razón, empresarios o gobiernos?

Como indique en mi respuesta anterior, aquí es más lo político que lo económico.

En el gobierno anterior, ¿cómo les fue con el intento de aprobar reformas fiscales?

En un primer momento se intentó pasar una reforma integral. En una segunda oportunidad se habló de un impuesto a la telefonía, pero distinto a esto, pero no se pudo porque hubo mucha presión sobre el presidente —Álvaro Colom—.

¿Del sector privado?

Sí.

A pocos meses de la campaña, ¿qué lectura se le puede dar a esto?

Hay un peligro de que sirva para darle permanencia a la corrupción, porque favorece la elección de líderes políticos corruptos.

Eso justifica una gran alianza y coalición, una gran iniciativa nacional en contra de la corrupción donde podría estar el sector privado independiente de las ideologías. Ojalá pudieran rescatar esa idea.