Más que un acuerdo

La reciente aprobación del presupuesto 2015 es más que una distribución de los recursos públicos con sentido electoral, que beneficiará a PP y Líder. Ante la posibilidad de que su monto y estructura se repita como el primer presupuesto del nuevo gobierno, ambos actores han instalado un acuerdo con sentido múltiple y han invitado a la mesa a otros actores para ser parte de la misma jugada. Ese presupuesto anuncia un cogobierno en construcción. Es necesario un nuevo presupuesto; trabajar con uno de años atrás es un indicador ininteligible. Los dos partidos dominantes no se pusieron de acuerdo solo para aprobar semejante composición, sino para direccionar orientaciones que a ambos favorecen y establecer aliados para usos mutuos. En su contenido podemos notar, con claridad, qué parte pusieron sobre la mesa cada uno.

Favorecer la opacidad beneficia a los dos partidos, quien gane garantiza al otro taparlo con la misma chamarra (cada vez más grande), ahora con el beneficio de cortes, MP y Contraloría de Cuentas en “buenas manos”.

Lo aprobado el pasado viernes anuncia descarnadamente la transición en el ejercicio del poder entre dos fuerzas, una de las cuales ya se hace ganadora del evento 2015; ambas tan parecidas en objetivos, aunque con modos diferentes.

Lo del viernes es una invitación a otros comensales para asegurar un pacto de gobernabilidad. En adelante, a tranquilizar el ambiente, a normalizar las situaciones que en los últimos meses han sido un polvorín. Estabilidad para todos. De allí que aparezcan nuevos impuestos a la telefonía, cemento y aumento a las regalías mineras. Inteligente táctica, para garantizar financiamiento efectivo a través de dos productos de alto consumo.

¿Las empresas serían las afectadas?, para nada.

Alguna de las empresas del oligopolio telefónico saldría beneficiada al fortalecer su mercado.

El caso del cemento serviría para consolidar el monopolio.

Las mineras tampoco sufrirán, solo formalizarían los llamados aportes voluntarios; su franja de ganancias es tan grande, que aportar un poco para seguir expoliando los territorios vale la pena.

En síntesis, congraciarse con un importante sector financista electoral y aliado político proveniente de los capitales emergente, tradicional y transnacional. De esa cuenta, aprobar el presupuesto en pocos minutos tenía sentido, en más tiempo se destapa la olla y el tejido podría verse en aprietos.

De aquí en adelante se instruirá a los candidatos a diputados y alcaldes, para manejar sus campañas en dos vertientes: la supuesta oposición para agitar y enfrentar a los electores, pero por debajo preparar el traslado de la estafeta con todo lo que representa: asegurar impunidad por los desmanes hechos y futuros, cuidar del personal estratégico, garantizar espacios de maniobra, favorecer ciertos contratos.

Las únicas piedras en el zapato son los cantos de los narcos extraditados, los desafíos que proponga la Cicig, los halones de orejas del Gobierno de EE. UU., la incidencia de grupos locales y poco más. De lo contrario, puerta abierta para la cohabitación.

Publicado el 04 de diciembre de 2014 en www.prensalibre.com por Renzo Lautaro Rosal 
http://www.prensalibre.com/opinion/Mas-que-un-acuerdo_0_1259874257.html

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