Caos vial: unos datos

En las casi tres décadas que van desde 1986 a la fecha, este municipio ha estado regido por cuatro personas, pero ojo, CON UN MISMO EQUIPO. Sí, el mismo equipo por casi 30 años. El primero de ellos fue Álvaro Arzú, luego Álvaro Heredia, cuando el primero corrió la primera vez por la Presidencia, luego fue Frizt García-Gallont, luego Óscar Berger y después de él, volvió Arzú, a la fecha. En el camino hubo bajas y alzas, como en todo equipo, pero la “macoya” se mantuvo. Salió por ejemplo del círculo de allegados e incondicionales el hoy analista y comentarista Enrique Godoy García-Granados, que fuera familiar político de Arzú. Pero volvamos a los números.

Si usted, apreciable lector, se tarda una hora en el transporte colectivo para llegar a su lugar de trabajo, y también el mismo tiempo para volver, resulta que la jornada laboral de pago ya no es de 8 horas, es de 10. Si usted estimó que en cada unidad de transporte urbano viajan con usted otras 59 personas, quiere decir que cada día la precariedad de esa forma de transporte está menospreciando 120 horas/hombre. El salario mínimo mensual para actividades no agrícolas es de Q 2 mil 280.34 es decir a razón de Q 14.25 en promedio por hora.

Por 120 horas, es igual a Q 1 mil  710.25 por camioneta en horas pico. Un dinero que “se esfuma”, nadie lo paga, nadie lo repone. ¿Cuántas unidades del transporte colectivo puede contar cada mañana? Multiplique esa cifra, en números “redondos”, por Q 1 mil 700. 10 camionetas, 20 o más. Por día. En 20 días hábiles promedio. Cada unidad representa: Q34 mil.

De los vehículos, entre Avenida Petapa, Calzada Aguilar Batres, Calzada Roosevelt, Calzada San Juan y Mateo Flores, Calle Martí -Milla y Vidaurre, Bulevar los Próceres y Avenida Hincapié, se estiman más de 300 mil carros. A un promedio de 20 km/hora. Asumamos que también se tardan los ocupantes de cada vehículo una hora de sus residencias al trabajo y que el consumo promedio es de 40 Km/gal. Cada vehículo consumirá ¿¡un galón al día!? en combustible. Si el galón cuesta, digamos Q30, quiere decir que cada día laboral se consumen NUEVE MILLONES DE QUETZALES en combustible. Q9 millones que son distribuidos en esos 300 mil automotores.

No le parece que ese dinero que se consume sin provecho alguno, más que la negligencia, podría haberse empleado para implementar un sistema de transporte colectivo que SÍ funcionara, que sí fuera oportuno. ¿Y qué se hace el dinero que se paga en concepto de “impuesto de circulación”? ¿Cuál es el estado de las calles? Son algunas interrogantes que dan lugar a otras. ¿No cree?