Estuardo Zapeta
Ayer (8-julio-2014 ) fue presentada la estrategia “¡Quédate!” por parte de la Esposa del Presidente, doña Rosita Leal de Pérez.
Como siempre, ella me ha impactado, tanto por su realismo político, como por su forma tan natural, ciudadana y directa de decir las cosas. Además por su bajo perfil, el cual he reconocido como correcto.
La estrategia tiene como objetivo promover un alto a la migración de niños y adolescentes migrantes hacia Estados Unidos a partir de invitarlos a “quedarse” en Guatemala.
No es suficiente, dice doña Rosita, ya que en la medida que no llegue el desarrollo a las comunidades de donde salen estas niñas y niños hacia Estados, seguirán ellas y ellos siendo “enviados” hacia el Norte.
Énfasis en “enviados,” ya que yo me pregunto que si los padres y abuelos tienen 8, 10, o 12 mil dólares para mandar a los infantes a uno de los viajes más macabros, más duros, más peligrosos –empezando por el tren La Bestia en México—por qué entonces no mejor usan ese dinero para inversión, o para darle a los menores una mejor vida. Muchos niños mueren, muchas niñas son violadas, y los muchos son deportados, entonces sigue siendo tal decisión una necedad.
Y cuáles podrían ser las bases de tal decisión. Pues me atrevo a proponer algunas.
Primero, creo que los padres son cómplices en esta nuevo tipo de explotación infantil. Y me sorprende por qué las ONG de derechos humanos, Unicef, y el coro de “los mismos” no se han pronunciado en contra de los padres, estén en Guatemala o en el Norte, para denunciar esta forma de esclavitud.
¿Tendrá el niño una mejor vida en Estados Unidos? No. Seamos realistas, no la tendrá. Uno o dos casos de éxito solo confirman el hecho de aprender a vivir en la clandestinidad migratoria solo genera una cultura de “segunda clase” en la mente de estas nuevas generaciones dentro del mismo EE. UU.
Segundo, el único ganador aquí es el coyote, quien con promesas de grandeza, de vida fácil y riquezas a granel, engaña a los padres, abuelos, tíos, padrinos, etc., para que manden, con “él” por supuesto, al pequeño a EE. UU., y que él, alma caritativa, lo entregará cual cigüeña, en el mismísimo P.O. BOX, según el pago realizado, o, en otros casos, dejan a los niños a su suerte en el mortal desierto.
Tercero, la estrategia de la doña Rosita es lanzada al mismo tiempo que el Gobierno de Estados Unidos lanza también una campaña de medios masivos aquí en Centroamérica y México por la cual pretende transmitir un mensaje anticoyotes. Sería interesante que ambas estrategias se unieran en Guatemala, ya que ambas comparten objetivos comunes.
Por último, doña Rosita ha tomado el liderazgo regional en un tema complicado que ha llegado a nivel de crisis más allá de la diplomacia. Ella le ha agregado el elemento humano, tanto como madre y abuela, como guatemalteca, y como persona preocupada por el futuro de los niños de este país.
“Yo no soy funcionaria”, dice ella con firmeza. Correcto. Pero correcta también la visión que si bien este problema nace en Guatemala es un problema regional y en crecimiento exponencial. Pero…
¿No serán “los padres” de los niños migrantes un grupo a investigar?
Publicado el 09 de julio de 2014 en www.s21.com.gt http://www.s21.com.gt/era-libertaria/2014/07/09/u-quedate
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