Ramón Parellada
El único sistema económico que ha sido capaz de sacar a tanta gente de la pobreza, mejorar el nivel de vida de toda la humanidad consistentemente y crear mayor riqueza para todos ha sido el capitalismo o sistema de mercado libre.
Antes del capitalismo, el mundo sufría grandes hambrunas, pobreza extrema y desesperación. El feudalismo era un sistema rígido donde el “status” predominaba. Los hijos seguían el oficio de su padre.
Con la Revolución Industrial, miles emigraron del campo a las ciudades a obtener trabajo, comida y techo. Se habla de las barbaridades de la época en que surgió la Revolución Industrial en cuanto a mujeres y niños trabajando largas jornadas en condiciones difíciles, pero no se dice que esta gente salió de una situación peor donde no tenían que comer ni donde vivir. La relación capital-trabajo era muy baja en ese entonces y por ello la remuneración era baja también. La gran mayoría de la gente vivía de la agricultura y poco a poco fue emigrando hacia donde habían fábricas y oportunidades de mejora de nivel de vida.
Con el tiempo, ese capital fue creciendo y acumulándose, las fábricas mejoraban sus productividades y la producción en masa se hizo una realidad con precios bajos al alcance de esa gran masa de gente que ahora podían comprar esos productos. El nivel de vida de la gente seguía incrementándose, vivían más años, con mejor salud y sus hijos sobrevivían a enfermedades y contratiempos que antes eran comunes.
El crecimiento poblacional impresionante ocurrido desde hace doscientos años a la fecha ha ocurrido gracias al capitalismo. Del año 1800 al día de hoy la población se ha septuplicado mientras que durante cientos de años antes del año 1800 la población permaneció casi constante.
El “status” fue sustituido por el “contractus”. Ese privilegio de mantener el oficio del padre o los privilegios de la nobleza fueron eliminados por la libertad de aprender cualquier otro trabajo y llevar a cabo intercambios libres y voluntarios mediante contratos con los demás. Cualquiera podía ahora ejercer cualquier oficio, trabajo, estudiar cualquier carrera y aprovechar las oportunidades que antes eran restringidas y limitadas a unos pocos.
El tan criticado capitalismo o sistema de mercado libre no es más que dejar a la gente en libertad para que intercambien libre y voluntariamente entre sí. Es un sistema que elimina los privilegios, vengan de donde vengan, y favorece la competencia y los contratos que deben respetarse dado que se dan en forma libre y voluntaria permitiendo así la cooperación pacífica.
Sin embargo, existen muchas críticas al sistema. Lo vimos después de la gran Depresión, cuando surgieron Keynes y sus seguidores keynesianos fortaleciendo al Gobierno en un rol para el que no fue creado al atribuirle funciones para que pudiera alcanzar el pleno empleo y justificar mayores gastos deficitarios, impuestos directos progresivos y redistribución de los ingresos, entre otras cosas. Hoy en día, luego de la crisis financiera o mejor dicho de deuda que explotó en el 2008, vemos resurgir el keynesianismo. La nueva panacea del mismo es el crecimiento con “equidad” y las leyes para “mitigar el cambio climático”, entre muchas otras regulaciones, que vienen a justificar una mayor injerencia en la vida privada por parte de los gobiernos.
El sistema económico del mercado libre o capitalismo está bajo asedio precisamente por todos estos parásitos que no quieren perder sus privilegios dentro del Gobierno y por eso ahora vemos resurgir una gran cantidad de justificaciones para que el Gobierno siga creciendo. Lamentablemente, lo hará empobreciendo a todos como siempre lo han hecho la gran mayoría de intervenciones estatales.
Publicado el 15 de mayo de 2014 en www.s21.com.gt http://www.s21.com.gt/hacia-libertad/2014/05/15/capitalismo-bajo-asedio
No Responses