PEDRO TRUJILLO
Tras las “citas olvidadas” -o sutil plagio- culpable del retiro del “libro escrito” por Manuel Baldizón, aparece ahora la dizque tesis doctoral con copias de casi todos los textos disponibles en Google. Si fue don Manuel quien elaboró ambos documentos, malo, porque tenemos un embustero compulsivo que quiere presidir este país; si fue otro, peor, porque al fulero se le agrega plus de incapacidad redactora. En cualquier caso, es momento de preguntarse si alguien que actúa así puede liderar un partido o tener nobles aspiraciones políticas.
Por mucho menos, personajes del mundo honesto —políticos incluidos— dimitieron de sus cargos o se apartaron de la vida pública; la vergüenza les hizo bajar la cabeza, actitud corresponsable con tal desfachatez.
El asesor del panfleto —doctor y columnista Antonio Mosquera— incluye un extenso oficio destacando y ensalzando los méritos del “autor” (¿), los viajes que hizo para tan extraordinario trabajo (¿) y el aporte académico-científico (¿) de la tesis. Olvidó o silenció que el pasquín, además de ser burda copia, adolece de hipótesis, metodología, justificación, marco teórico y apartados similares incluidos y resaltados en cualquier compendio elemental de cómo hacer una tesis. Aprobó—y por eso es igualmente responsable— un trabajo rústico, propio de estudiante mediocre y no de un doctorado. Tampoco hizo mucho la Usac, la Facultad de Derecho o el comité académico que vieron pasar por sus narices la simulación de tesis sin inmutarse. No digamos el tribunal examinador. Todo, por cierto, financiado con dinero público. Ahora tres de ellos están en las comisiones de Postulación del TSE ¡Qué casualidad!
Tenemos a un farandulero que presume de contar con un título sustentado en un trabajo copiado, además de plagios en un libro y del calco de la ideología humanista del partido Líder, actitudes fraudulentas repetitivas inconcebibles en alguien que desee ocupar la Presidencia de la República ¿Qué legitimidad tienen sus aspiraciones? ¿Qué credibilidad tendrá a donde vaya?
Señor Baldizón, no acuse de persecución o de que quieren sacarlo de la jugada. Ha avergonzado al país, perdido el respeto académico y cualquier razón que le pueda asistir —por mínima que sea—, al igual que su asesor de tesis. Lo único que procede es que la Usac, por respeto a sus graduados, no sea cómplice de este juego y le retire el título que nunca ganó honesta y dignamente, dejando claro que no está de parte de quien engaña, carece de honorabilidad, miente o se presenta como académico. ¡A ver si no dilatan el tema para cerrarlo en falso!, propio de politiquería y no de academia.
Usted, don Manuel, no es ingenuo, es un descarado y no tiene derecho a desviar la atención de su bribonada ni a victimizarse. Metió la pata hasta el corvejón y la descalificación es de tal calibre que mejor torne su mirada fuera de la política. La población perdona casi todo pero jamás la mentira, mucho menos la contumacia. El cuento que vendía no tuvo final feliz y ahora será muy difícil convencer a ciudadanos pobres, rurales, analfabetas, incluso manipulables, de que usted tiene nobles intenciones, cuenta con la grandeza deseada o le importa algo “el pueblo de Guatemala”, al que usted dedica su copia doctoral con una deleznable desfachatez. No más oraciones, no más llamadas a salvar al pueblo, no más mítines presentándose como “doctor”. Su farsa acabó y si cuenta con autoestima y mínima honorabilidad, difícilmente podrá asomar la cabeza en algún lugar sin sentir la vergüenza que muchos, ajenos a esa trama suya, sienten por usted.
Publicado el 11 de febrero de 2014 en www.prensalibre.com http://www.prensalibre.com/opinion/Gazapos-diplomaticos_0_1082891779.html
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