Escolaridad alta en el 45% de víctimas

El Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), organización que coordina cinco de ocho sedes de Camiu a escala nacional, divide a las víctimas, según su nivel escolar, en ocho grupos: primaria incompleta, primaria completa, secundaria incompleta, secundaria completa, diversificado incompleto, diversificado completo, universidad incompleta y universidad completa.

Las cuatro categorías de escolaridad más baja registran casi el mismo porcentaje de violencia que las cuatro categorías más altas.

Sin distinción

“La gente cree que las mujeres más violentadas son las que tienen poca escolaridad, pero eso no siempre es cierto”, afirmó Cecilia Álvarez, del GGM.

La afirmación de la activista conlleva una cruda verdad, la violencia no discrimina y solo varían ligeramente de acuerdo con el departamento.

Por ejemplo, en Guatemala se atendieron en ese período a 898 mujeres, de estas el 49 por ciento —441— se encontraban en las cuatro categorías superiores.

De hecho, en el país se atendió a más mujeres que tienen diversificado completo que con estudios primarios inconclusos. La diferencia fue casi del doble —240 casos, contra 141—. Caso contrario ocurrió en Quetzaltenango, donde la cifra de mujeres maltradas con primaria incompleta supera por 71 casos a las víctimas con ciertos estudios de diversificado, con 185 y 114 casos, respectivamente.

Una ejecutiva

La hoja de vida de aquel prominente médico era realmente destacada. “No fumaba, no tomaba, era profesional, artista y deportista”, recuerda Ana, quien prefiere identificarse solo con su primer nombre de pila por temor a represalias. Ella solía tener un puesto ejecutivo en una importante empresa de seguros, pero su cónyuge la obligó a renunciar.

Del amor pasó a la pesadilla, pues los golpes y maltratos psicológicos llegaron con el primero de los dos hijos que procrearon.

Dos opciones

Ana recuerda que un familiar le planteó dos opciones: buscar ayuda espiritual y psicológica, y retomar el matrimonio, o bien, separarse definitivamente de él. Ella tomó el primer camino, aunque 10 años más tarde, después de una serie de maltrato psicológico, económico y sexual logró separarse del abusador. Tres años más tarde de la separación, Ana lamenta no haberse separado antes.

Caimu ofrece asesoría psicológica y jurídica a las víctimas, pero el aporte que reciben del Ministerio de Gobernación ha sido entregado solo parcialmente, lo cual limita su radio de acción para poder ayudar a más mujeres.

Albergues en riesgo

Los Centros de Apoyo Integral para la Mujer Sobreviviente de Violencia (Caimu) están consignados en la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer. Cinco de los ocho centros que funcionan en el país son administrados por el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM). El acuerdo ministerial de Gobernación 388-2012 contemplaba Q9.7 millones para la administración de los Caimu para el 2012; sin embargo, los fondos fueron entregados parcialmente —un 47 %— en diciembre de ese año, por lo que los Caimu tuvieron que hacer
recortes, explicó Giovana Lemus, del GGM.

 Al ser consultado, el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, dijo que para este año ya dieron la mitad de los recursos, pero que los fondos que no fueron entregados en el 2012 ya no podrán ser otorgados. “Los únicos que se pueden trasladar son los privativos”, expuso. Lemus teme que similar situación ocurra con los fondos presupuestados para el 2013.