Hugo Maúl R.
Bautizo de fuego para quien.asuma el importante cargo de Finanzas Públicas.
Más allá de lo que se piense respecto de la Actualización Tributaria, no puede negarse que la aprobación de dicho paquete tributario constituyó una importante victoria para el exministro de Finanzas. Lo mismo podría decirse de la salida de Miguel Gutiérrez de la SAT, a pesar que la historia ha probado que tenía la razón. Así como haber continuado con la política fiscal expansionista heredada del gobierno anterior, contraria a lo que se pudo haber intuido sería el nuevo estilo de gobernar. No obstante la dificultad de estas batallas, lo más difícil en materia de finanzas públicas está por venir. En el cortísimo plazo, el nuevo titular de la cartera de Finanzas deberá negociar la aprobación del presupuesto público para 2014; la aprobación del financiamiento pendiente para 2013, y lidiar con las consecuencias políticas, jurídicas e institucionales de la intervención de la SAT. Situaciones que representan un bautizo de fuego para quien asuma tan importante cargo público.
Por si esto fuera poco, durante los próximos dos años aumentarán de manera importante las presiones de gasto público por parte de políticos interesados en mejorar sus chances electorales, serán más fuertes que nunca. Si a esto se suma una política fiscal expansiva, como la que se ha mantenido durante los últimos seis años, el nuevo Ministro podría terminar navegando en aguas peligrosas al final del periodo. En caso contrario, corresponderá al nuevo Ministro de Finanzas ponerle freno a las pretensiones de aumentar el gasto público con fines electorales y/o racionalizar y reducir los niveles de gasto existentes. Un desafío por demás complicado dada la inercia propia del gasto público, los compromisos de gasto que existen de antemano y las presiones por parte de políticos que desean gastar más. A este escenario hay que sumar la debilitada recaudación tributaria producto de los problemas derivados de la reforma tributaria en vigencia. De esa cuenta, la estabilidad de las finanzas públicas no dependerá solamente de la habilidad del Ministro para resistir la presión política para aumentar el gasto, sino también de la capacidad que se tenga para consolidar institucionalmente la SAT, alcanzar una reforma aduanera exitosa, reducir el contrabando y mejorar la recaudación de impuestos e IVA de importación.
Por si esto fuera poco, sobre las espaldas del nuevo Ministro recae la responsabilidad de lograr la aprobación por parte del Congreso del paquete de leyes de transparencia, o en su defecto, iniciativas de ley tendentes a mejorar la transparencia, control, rendición de cuentas, efectividad y eficiencia del gasto público. Compromisos de campaña sobre los cuales poco se ha avanzado hasta el día de hoy, pero que al final del mandato del Gobierno de turno serán importantes referentes para juzgar su éxito y la veracidad de las promesas de campaña. Sin duda alguna, lo más difícil, e importante para el país, en materia de finanzas públicas está por venir.
Artículo publicado en el diario guatemalteco El Periódico, el día martes 22 de octubre 2013.
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