El plan B del Presidente

No pagar deudas ni construir  caminos rurales.

El primer año del Partido Patriota se sintió relativamente benéfico para el país, porque aunque todo permaneciera igual se percibía buen ánimo, confianza y estabilidad. Los ciudadanos aguantaban las inclemencias cotidianas confiando en que la nave ya tenía rumbo y capitán agarrando firme el timón. Pero no duró mucho la luna de miel, porque pronto se reveló el espejismo: el barco no avanza, no hay mejoría en materia de seguridad ciudadana y las propuestas del gobernante son generalmente revocadas, solo se cumple lo que significa más carga impositiva para la clase media.

El presidente Otto Pérez Molina multiplicó la tributación y pretende incrementar el endeudamiento nacional. ¿Y para dónde va el chorro de recursos? El caso de los bonos billonarios fue interpretado por los votantes como algo muy raro cocinándose, y la acción negociadora dentro del Congreso confirmó la peste. No hubo más salida digna que retraerse, pero en su discurso por los canales abiertos el Presidente defendió el proyecto, le echó la culpa del fracaso a los diputados, lavándose las manos, y anunció su “plan B”, como él lo llamó, consistente en no pagar deudas ni construir caminos rurales para los pobres.

El actual Gobierno dispone del presupuesto más alto en la historia de Guatemala, sin comparación, y el plan B expresado sienta un malísimo precedente. Ahora sabemos que el mandatario respalda fehacientemente el endeudamiento para pagar deuda dudosa, lo cual es reprobado por la opinión pública, y en lugar de reaccionar ordenando una revisión puntillosa de cada caso para honrar lo justo y perseguir a los que se estén aprovechando, amenaza con simplemente no pagar. Un estadista hubiera exigido suspender el despilfarro, como el que hace el Renap con su reunión de resultados que nos costó más de Q80 mil o Q2 millones en viajecitos de sus funcionarios al extranjero, y hubiera recortado la publicidad que tanto daño le está haciendo, donde quiere justificar a la fuerza su avance comparándose con Álvaro Colom. Tales gastos no son de urgencia nacional. Que actúe como todo padre de familia que se amarra el cincho, cumpla lo que tiene pendiente y haga lo que le corresponde. El único plan B en la política ya lo demostró con sabiduría y humildad el papa emérito Benedicto XVI, porque logramos resultados o cedemos el poder.

Publicado el 22 de Agosto 2013 en www.elperiodico.com.gt por Méndez Vides
http://elperiodico.com.gt/es/20130822/opinion/233209/

 

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