Doña Carolina es propietaria de una zapatería en un municipio del interior de la República. Doña Carolina, que es muy trabajadora y da de comer a sus hijos con los ingresos de las ventas de su zapatería cada mes,hace sus trámites contables y pago de impuestos en la SAT de la localidad, con el auxilio del contador Ricardo Pérez quien se dedica a llevar a manera de subcontrato contabilidades de varios comerciantes y productores del pueblo cobrándoles Q.350.00 a cada uno.
Ahora con las nuevas leyes tributarias, doña Carolina y los otros pequeños comerciantes, tendrán que tener un contador de planta que les cobrará un salario mensual, más costos de espacio de oficina y equipo de trabajo, lo que le incrementará sus costos de operación en por lo menos Q.3 mil 500. Las ganancias mensuales de doña Carolina son Q. 4 mil por lo que ahora y después de estos nuevos costos se reducirán a Q.500 sus ingresos.
No Responses